sábado, septiembre 09, 2006

EL APEGO Y LA FELICIDAD

“No te apegues a nada ni a nadie porque no te pertenecen. Apégate a ti mismo porque eres esencia y permanecerás por toda la eternidad”

Muchas veces solemos pensar que nuestra felicidad está en las cosas materiales que tenemos. Decimos, por ejemplo, "si tuviera dinero, sería feliz porque tendría todo lo que necesito para serlo"... Pero ¿qué sucedería si nos acostumbramos a una vida llena de lujos y luego éstos no están? Todo se vendría abajo y nuestra felicidad se iría con ellos. ¿Es realmente esto felicidad?

Lo mismo suele suceder cuando estamos junto a una persona. Algunas veces dije: “Sin ti no puedo vivir, eres mi vida, sin ti no tengo nada”... Muchos hemos dicho esto y algunos aún lo dicen. Y es así como condicionamos nuestra felicidad y equilibrio interno a las personas que están a nuestro lado, lo que nos cuesta aceptar que algún día, como todo en el universo, dejará de ser o de estar con nosotros.

Pensemos si realmente nuestra felicidad está en lo externo, o si en realidad está en nosotros mismos, en nuestro interior. Es por esta razón por la que digo que no debemos apegarnos a nada ni a nadie porque no nos pertenecen. Así como hoy tenemos algo, mañana no. Y si nos detenemos a reflexionar un poco todo es así: lo que tiene un principio tiene un fin: día y noche, vida y muerte (Alfa y Omega; Yin y Yang). Nada es eterno ni dura para siempre a nuestro lado, excepto algo: nosotros mismos. No me refiero al cuerpo, porque éste es sólo el corcel en el que cabalga nuestro espíritu y la herramienta más grande que tenemos para cumplir nuestros propósitos en la vida, el cual también deja de estar; sino a nuestra esencia, la cual estará con nosotros por siempre y para siempre… Así que apégate a ti mismo porque eres esencia y permanecerás por toda la eternidad.

El no apegarse no quiere decir que no queramos ni amemos a las personas. Estos sentimientos con ese estado del que hablo no van de la mano, porque cuando te apegas, duele, sufres y si esto sucede es porque no te has dado cuenta que el verdadero amor está en tu interior, no en lo externo, y que la más grande misión que tenemos en nuestra vida es SER FELIZ… Entonces, el apego nos hace infelices.

No te apegues, ama con sinceridad y de corazón. Vive cada minuto de tu vida como si fuera el último, amando todo lo que tienes a tu lado, pero evita apegarte, porque el apego es el verdugo de la felicidad verdadera.

2 comentarios:

MS dijo...

Sí, es cierto y suena muy real, pero qué difícil es lograrlo y más cuando tratamos de vivir en un sistema ambiguo que nos absorbe y nos suprime la evolución espiritual mientras nos despierta vívidamente el sentimiento de necesitarla.

Un abrazo,

Manuel

Óscar Toloza (@ostoza11) dijo...

Ud lo ha dicho mi gran amigo. Suena real, pero se torna difícil vivirlo, y todo a causa de lo que hemos aprendido y no desaprendido de la familia, las religiones, la Academia y demás esferas de la sociedad.